lunes, 30 de abril de 2007

Con su permiso

Es lo mínimo que puedo hacer al comenzar esta andadura, pedirles permiso y, por qué no, también perdón. Pido permiso a aquellos entendidos en la materia que verán todas sus tribulaciones perdidas en el camino, a aquellos que han estudiado y formado sus carreras en esto de la crítica de cine... pido perdón a quien se acerque hasta este blog pretendiendo encontrar una opinión fundada en algo más que gustos personales y sentimientos absurdos, si es que alguna vez lo son.

En definitiva, les prevengo de este blog que pretende ser algo así como un canal de aprendizaje, un medio de enriquecimiento en torno al maravilloso mundo del cine, del clásico, del bueno... de ese cine de pijama y palomitas a las 5 de la tarde.

Lo dicho, con su permiso

6 comentarios:

Sueños dijo...

Por mi parte permiso concedido, espero que pronto comiences a escribir sobre cine clásico. Un saludo

Pac dijo...

Gran idea la de este blog. Me encantaría recordar las mejores películas de Bud Spencer y Terence Hill, que tanto marcaron mi infancia. Esperaremos ansiosos los adelantos que nos brindes

Anónimo dijo...

Estupendo...pero que ni las entradas ni las palomitas sean tan caras como en los cines, que mi economía sufre horrores

Anónimo dijo...

Dentro del Cine clásico no te olvides de los Hermanos Marx... ¡¡Qué grandes que son!!

Groucho... ese gran genio y filósofo, incomprendido y maltratado por la socidedad y por la historia.

Anónimo dijo...

Tiempo, con el cine deberías poner también tiempo para poder ver tanto y tan bueno. Si una opinión se dice personal, es porque se sale de la norma, o porque no cumple las expectativas de los demás o porque difiere mucho o poco de aquellas. Si la opinión, por el contrario, se basa en datos verificables en la misma película, entonces nos encontraremos ya ante una opinión y algo más; ante una crítica, tal vez. Tienes madera BSO.s
By the way, ¿no fue Cela quien dijo aquello de "pijama, padrenuestro y orinal?".
+BSO.s

Anónimo dijo...

El cine se parece a los sueños: los buenos cambian la vida de las personas.